Bajo el signo de la provocación
(Artículo originalmente publicado en Christus) La inauguración de los Juegos Olímpicos de París no ha dejado a nadie neutral. Los hay malhumorados, que van desde los comentaristas que se refieren a la inauguración como un « Disneylandia wokista kitsch », hasta los que critican las pretensiones francesas de ponerse a la vanguardia de todo. Evidentemente, también están todos aquellos que disfrutaron de esta inauguración, que creo fue la gran mayoría. Entre aquellos que quedaron molestos con la inauguración de los Juegos Olímpicos de verano, está un buen número de cristianos, sobre todo católicos conservadores. Les reprochan a los organizadores la escena donde se ve a una serie de drag Queens interpretar algo que parece la última cena de Jesucristo. La imagen en cuestión es la que plasmó Leonardo da Vinci en el refectorio del convento dominico de Santa Maria delle Grazie , en la ciudad de Milán. Hubo una gran indignación entre estos sectores conservadores, que pidieron respeto para l...